domingo, 16 de noviembre de 2014

Utopía y podemos

Yo no entiendo de Maquiavelo, en verdad al Gramsci tampoco acabo de cogerle el tranquillo, y al mierda ese de Schmitt ese no pienso ni acercarme. Pero entiendo que en estos tiempos, la lectura de estos autores han ayudado a crear una herramienta fabulosa, capaz de disputar el poder a los de arriba.
Eso sí, en este momento toca pasar a Boaventura, no vale enfrentar el poder, es necesario reinventar el poder, descolonizar el saber, restituir el valor de nociones tan depreciadas como la esperanza, la utopía, el futuro abierto... Luchar por un cambio de rumbo con esa doble dimensión: crítico-descriptiva, que desafia el actual estado de cosas y propositivo-transgresora, que platea alternativas creíbles que funcionan como horizonte movilizador de la acción colectiva e individual.
Alcanzar la utopía entendida como "la exploración, a través de la imaginación, de nuevas posibilidades humanas y nuevas formas de voluntad, y la oposición de la imaginación a la necesidad de lo que existe, sólo porque existe, en nombre de algo radicalmente mejor por lo que vale la pena luchar y al que la humanidad tiene derecho"

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